viernes, 7 de septiembre de 2012

Imposible, improbable

La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder. Y define improbable como algo inverosímil. Que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger ami me gusta más la improvabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improvabilidad duele menos, deja un resquicio a la esperanza, a la épica. Que David ganara a Goliat era improvable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la casa blanca era improvable, pero sucedió. Que los varon rojo volvieran a tocar juntos, era improbable, pero también sucedió.Nadal desbancando del número uno a Federer. Una periodista convertida en princesa.El 12-1 contra Malta. El amor, las relaciones, los sentimientos... no se fundan en una razón prudente por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de amores improbables. Porque lo improbable es por definición probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

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